Una vez más, Bell Ville vivió una fiesta inolvidable que llenó de orgullo, música y emoción a toda la ciudad. Miles de personas colmaron el predio del ferrocarril y disfrutaron de dos jornadas únicas, con una propuesta artística, cultural y gastronómica que sigue creciendo año tras año.
El intendente Juan Manuel Moroni acompañó esta gran celebración y en la apertura oficial destacó: “Miren lo que hemos construido entre todos: vecinos e instituciones trabajando juntos. Esto es el orgullo bellvillense. Acá hay esperanza, acá hay oportunidad, acá hay futuro”.
La noche central tuvo como protagonistas a Juan Fuentes, Kapanga y La K’onga, que hicieron vibrar al público con sus presentaciones.
Además, el Paseo de la Pelota se consolidó como un espacio innovador que reunió a más de 60 feriantes, emprendedores y músicos de Bell Ville y la región, junto a una variada y destacada oferta gastronómica.
Esta edición volvió a demostrar el enorme impacto que la Fiesta Nacional de la Pelota de Fútbol genera en nuestra ciudad: fortalece la identidad local, impulsa el movimiento comercial, gastronómico y hotelero, y posiciona a Bell Ville como un referente cultural de la provincia y del país.
El evento también significó un gran impulso económico para clubes, instituciones y entidades locales, que participaron de la venta de entradas y la explotación de las cantinas, junto a emprendedores y empresarios gastronómicos de la ciudad.
Por su crecimiento, relevancia y calidad artística, la fiesta atrae la atención de medios de alcance nacional como Cadena 3, que a través del programa Viva la Radio transmitió la previa y el inicio del evento, llevando el espíritu bellvillense a todo el país.
Una muestra más de que esta celebración trasciende fronteras, no solo por su cobertura mediática, sino también por la convocatoria y el talento de los artistas locales y regionales que fueron parte del certamen.
Gracias a cada familia, artista, emprendedor y trabajador que hizo posible esta edición memorable.
Creciendo juntos, seguimos haciendo de esta fiesta un emblema del orgullo bellvillense.
			
								
								
			        



















